Les cuento esta pequeña historia de lo sucedido
hace unos años atrás.
Celebramos el cumpleaños de mi hijo, pero en mi trabajo no me dieron permiso, decidí no ir al trabajo ese día, mi jefe me habló por teléfono y me dijo que el día de mañana pasará por mi renuncia, en la oficina de mi jefe él me pidió que le firmara la renuncia, leí el documento y el cual decía que de mi propia voluntad renunciaba, le dije a mi jefe que el me estaba corriendo, y a demás en la hoja no especificaba cuanto era el monto de liquidación, salí de la oficina y me tope con una persona extraña probablemente algún comprador de auto, me vio cabizbajo y me preguntó que si yo trabajaba aquí, le quería comentar que no, pero tanta es mi pasión por este empleo que decidí atenderlo, al final el cliente me dijo que era muy buen vendedor que le gustaría que todos los empleados fueran así, le conté y no se porqué, pero necesitaba desahogarme así que le dije a esa persona que yo ya no trabajaba es este lugar, el con una cara de sorprendido me dijo -¿por qué?- No quería comentar nada pero tenía tanta tristeza que le comenté el motivo "por asistir al cumpleaños de mi hijo, falte ese día al trabajo y aquí estoy despedido injustificadamente", mi sorpresa fue que ese posible cliente mando a llamar al gerente, yo preocupado le dije "que hace por más que pida por mi la decisión ya está tomado por mi jefe" más fue mi sorpresa que ese posible cliente era el dueño que no conocía de la empresa, desde ese momento mi vida cambio, pedí al dueño que no corrieran al gerente por las mismas razones que yo mismo he llegado a tener, mi familia necesita de mi y sin trabajo no puedo hacer de sus vidas algo mejor. Ahora ya no trabajo ahí, soy el gerente de otro local trabajando para la misma empresa que supo apreciar mi desempeño.